Creo que
sobre el embarazo se tienen muchas ideas preconcebidas, algunas fruto de las
películas y otras por lo que te cuentan o lees. La realidad es que cada
embarazo es un mundo y cada embarazada lo vive de distintas maneas y os lo digo
yo que justo cuando yo me quedé embarazada se quedaron dos amigas mías y
ninguna de las tres tuvimos el mismo embarazo ¿cosas en común en las tres? Sí
claro, algunas, pero cada una lo vivimos de maneras muy diferentes.
La verdad
es que yo pensaba que vomitaría desde por la mañana hasta por la noche, que me
pondría como una foca y que habría olores que me harían vomitar y coger asco a
lo culpable de tal olor. La realidad fue bien distinta, los tres primeros meses
no tuve ni un vomito (¡¡bien!!) pero desde por la mañana hasta por la noche
sentía asco y nauseas. Lo bueno es que pasó rápido y cuando entre en el segundo
trimestre todo fue una maravilla. Sobre los olores, como yo tengo rinitis
crónica no sentí ningún super poder olfativo ni alimentos que me dieran asco
por su olor, lo que si me pasó es que había alguna cosa que me daba asco comer,
como las gambas (era ver una gamba y entrarme fatiga).
¿Antojos?
No más de los que me daban con la regla, quizás la fruta, que me apetecía mucho
más, pero eso de que a media noche se me antojaran pepinillos o helado de
chocolate, pues no (mi novio da gracias al cielo, jejejeje).
Y cuando
llegó el último trimestre llegó lo que peor llevé, el mascar lava ¡¡lava!! Era
tal el ardor que un día me quedé afónica. Menos mal que la ginecóloga me dijo ¡¡nunca
más!! Y me dio ranitidina y gabiscon y entonces volvió a salir el sol en mi
vida, no necesité casi ni el gabiscon, por la noche una de ranitidina y
felicidad en estado puro.
En el
tercer trimestre un día juro que creí que moría ¿sabéis eso de que dicen que
cuando el niño va creciendo te presiona los pulmones? Pues un día después de
subir un mini tramo de escaleras para llegar al trabajo parecía que había subido
el monte Everest corriendo ¡¡fue horrible, me faltaba el aire!! Desde ese
momento y hasta que dí a luz, subía en ascensor aunque mi oficina esta en un
primero.
Lo único
que puedo decir que fue una constante en el embarazo fue el sueño, es que me
quedaba dormida por todos los rincones y lo peor era cuando terminada de comer
en el trabajo ¡¡era misión imposible mantener los ojos abiertos frente al
ordenador!! En serio, era horrible, parecía que tenía narcolepsia.
La verdad
es que mi embarazo, salvo por pequeñas cosas, fue bastante bueno, yo solo
engordé de tripa, eso sí ¡¡menudo tripón!!, pero no se me hincharon ni los
pies, ni la cara…Aunque eso es porque no paré en todo el embarazo, porque os aseguro que podía comerme un vaca entenra yo sola ¡¡que manera de comer!!
Lo malo del
embarazo, es que yo soy muy neurótica y me obsesionaba que se moviera, así que
me compré el aparato para escuchar sus latidos y cuando me ponía nerviosa
porque no le notaba pues me lo enchufaba y me quedaba más tranquila, además que
solía moverse cuando lo ponía (ya os
hablaré del aparatito en cuestión por si os animáis a comprarlo).
Lo más
curioso es que yo pensaba que lo de romper aguas de las películas era una
exageración pero cuando me pasó pude constatar que no, que es real. Yo rompí
aguas un martes a las 12:30 de la noche, justo al meterme en la cama, que oí
como si se pinchara un globo y empezó a salir un torrente de líquido ¡¡si me
hizo bolsa en el pantalón de pijama!! Vamos, que lo primero que pensé es que
menos mal que no había roto aguas por la mañana que había estado en una reunión
en el Notario (¡¡que vergüenza habría
pasado!!), porque sí, yo trabajé hasta el día que me puse de parto, es lo que
tiene ser autónoma. Ahora tengo claro que si tenemos un segundo llevaré en el
bolso unas bragas y unos leggins de recambio, por si las moscas.
En fin, que
cada embarazo es un mundo y así fue como, a grandes rasgos, yo viví el mío
¿cómo fue el vuestro?